miércoles, marzo 11, 2009

"(...) la manzana que pinta, estudiada con una paciencia infinita en su textura coloreada, termina por hincharse, por estallar fuera de los límites que le impondría el juicioso dibujo".

jueves, octubre 23, 2008

Si lo blanco y lo negro se suavizan y unen,
mezclándose de mil maneras; ¿dejan acaso de ser
blanco y negro?

EDMUND BURKE

sábado, abril 19, 2008


El mejor perro del mundo! Sai: te vamos a extrañar!
Te amo bicho

viernes, marzo 14, 2008



Qué ves? Qué ves cuando me ves?

lunes, febrero 11, 2008

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy díficil llegar con la piedrita al cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo; lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato.


(Fragmento de Rayuela cap. 36)

miércoles, diciembre 19, 2007


PENSAMIENTOS (no le busquen coherencia)

Uno intenta verse a sí mismo (esencialmente) a través de la mirada de otros, interceptada por la subjetividad de quien te mira. Pero es esa subjetividad cargada de otredad la que genera la válidez de esa mirada. Todo eso que convierte a la sensación en percepción.
Pero eso refleja esencia?
Vos te querés ver a vos mismo, no querés ver lo que los otros ven de vos. O acaso eso te sirve?
Habrá que cerrar los ojos y mirar para adentro. Pero no hay nada más oscuro que el propio adentro.
Cambiemos el sentido. No, tampoco es auditivo. El adentro está mudo. Es intangible, insípido, inholoro.
Por ahí se trata de encontrarse con uno, en vez de verse, olerse, escucharse...
Pero cómo uno se va a encontrar con uno mismo, si para encontrar se necesita a otro.
Acaso yo soy mi otro yo? Pero el otro yo no busca al propio yo. Juguemos al yo-yo.
Dejemos que el otro yo se manifieste.

lunes, noviembre 26, 2007

Tirame las Cartas...
El fin de semana, más precisamente el sábado a la tarde, Maro, Vivi y yo, después de haber dormido hasta las 14.17hs, después de haber almorzado, después de haber visto nuevamente "Volver al Futuro (1ra parte)"y haber recitado todos los diálogos de memoria, y también después de varios intentos, nos cambiamos, pasamos por la panadería y llegamos a la casa de Lili (la casa de la tía de Vivi, que queda a pasitos de la mía). Tomamos unos mates y comimos cremona y tortitas (las tortitas son una de esas cosas de panadería con grasa y azúcar muy ricas), mientras Lili nos contaba como llegó María Marchi a su vida, y algunas anécdotas de su adolescencia.
Todo eso para que Lili tire las cartas...

Planteados algunos temas por la persona a la que le iban a tirar las cartas, Lili paso por algunos lugares en el transcurso de "la tirada": pasado inmediato, el ahora, futuro inmediato. Básicamente hablaba de donde estaba parado uno respecto al tema del que se le había preguntado, y cuales eran las tendencias o predisposiciones respecto a eso, digamos: las cartas con las que uno cuenta para jugar.
También habló de auto-boicots, de enrosques, de ponerle más (o menos) razón de la necesaria, de tiempos, de ansiedades, de estructuras que romper, de ciclos.
Uno de los puntos clave fue la decisión. El poder de decisión que uno tiene frente a todo eso, que uno no es un sujeto sujetado a su destino inmodificable. Es uno el que decide usar esas cartas (o no), y el como usarlas.
Durante y luego de la tirada de cartas, se hicieron comentarios recurrentes que tenían que ver con lo parecido a una sesión de terapia, en cuanto a la influencia que tiene uno mismo en todo esto, aunque suene a obviedad. A veces uno le adjudica mucho al plano de lo mágico, de las coincidencias cósmicas y todo eso que nos gusta tanto, pero nos olvidamos que somos nosotros lo que elegimos (conscientemente o no) romper con las estructuras para pasar a otra etapa o quedarnos con lo que conocemos.

Y otro tema que se me cruzaba por la cabeza respecto a esto último, era que tanto la psicología o el tarot, o lo que sea, son herramientas que usan personas con ciertos dones de percepción, utilizados para ayudar a encausar a otras personas.

Para finalizar este cúmulo de ideas no tan sueltas, me gustaría compartirles un fragmento de El libro de los amores ridículos de Milan Kundera:
"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido".